El segmento de los SUV dominó nuevamente en Chile y en el mundo durante 2024. Lo hizo desde los formatos más compactos a los más grandes, también en marcas generalistas como premium. Uno de los modelos que destacó en este contexto fue el Mercedes-Benz GLA. Se trata del facelift de la segunda generación con una serie de cambios, principalmente a nivel de diseño.
En esta segunda generación que mencionamos se apreció un cambio importante, dejando un poco de lado la sensación de que sólo era un Clase A más levantado. En este caso, aunque comparte plataforma con ese hatchback de entrada, tiene una impronta más de SUV, con una identidad más propia.
La idea entonces es diferenciarlo bien del Clase A, con las virtudes y los beneficios que tiene la carrocería SUV. Vamos a ver los cambios, ¿qué ofrece este facelift del GLA de Mercedes? Hay modificaciones más bien sutiles respecto del modelo saliente, pero siempre con cosas aportan.
El frontal, por ejemplo, tiene la nueva identidad luminosa, las nervaduras en el capó. Además, Mercedes tiene distintas versiones para este GLA. Primero está la opción de entrada llamada Progressive y la que nos tocó manejar, con un look AMG, que es distinta. Pero ojo, no es un AMG, tiene el look AMG, con una onda estética un poquitito más deportiva, con una con detalles cromados, de estilo diamantado, lo mismo la barra cromada que le entrega una imagen más ruda.
Lo importantes es que se nota bien distinto a la clase A. Y por el costado tenemos llantas también distintas entre las opciones del GLA, ya que la versión de entrada tiene otro diseño con llantas de 18 pulgadas. Las que probamos son de 19 pulgadas, de estilo más oscurecida, y bitono. Tiene un toque bien bonito.
Siguiendo por el lateral, nos da la impresión de que es un vehículo más grande, pero en realidad tiene 4,41 metros de largo.
En la zaga ya tenemos una imagen más tradicional de SUV, pero tal en el frontal, los hombros se aprecian bien robustos, fortaleciendo esa imagen más ruda que hablábamos antes. Ahora, son nuevos los grupos ópticos, también tenemos un difusor grande, pero va complementado con salidas de escape estéticas.
Al ver el maletero (que se puede abrir pasando el pie por debajo), nos encontramos con una capacidad de 425 litros. Creemos que es más que correcto, aunque ese espacio se ve beneficiado por la ausencia de un neumático de repuesto, ya que cuenta con neumáticos RunFlat, los que aguantan si sufren un pinchazo y nos permite llegar hasta un taller para que lo reparen. A algunos no les gusta mucho este sistema, pero para gustos colores.
Lo que sí es seguro es que en el maletero entrarán tres o cuatro maletas sin inconvenientes y lo otro positivo es que la altura de la boca del portamaletas no queda alta, es simple meter los bolsos y objetos.
El interior del GLA
Al ingresar al renovado Mercedes-Benz GLA nos damos cuenta de inmediato que es mucho más tecnológico y aquí se nota el salto que da en este facelift.
Tiene volante nuevo, con botones hápticos que le dice Mercedes-Benz para los mandos. No es el sistema que más nos agrade, a veces cuesta regular el volumen justo como queremos, pero en verdad es cosa de costumbre. Ahora, si no se acostumbra a eso, hay perilla más clásica. ¡¡¡Esto no lo tienen que eliminar por favor!!!.
Bueno, entonces volante, multifunción forrado en cuero y detalles del look AMG como los pedales de aluminio con partes de goma para que no deslice el pie. Los asientos de cuero alcántara mantienen lo que uno espera con la calidad de Mercedes. Exacto.
El sistema de infoentretención es dominado por una pantalla digital con gran resolución, los colores se ven muy nítidos, nada que decir. Es una pantalla única que toma tanto el tablero como el sistema multimedia. Junto a esto, vemos las salidas de aire que son bien clásicas de Mercedes-Benz, como de turbinas de avión. Además, la nueva generación del sistema MBUX de la marca, con la asistente a la que sólo se le debe decir “Hey Mercedes” para que nos ayude con algunas acciones, como elegir una radio, ajustar la temperatura. En esta ocasión, entiende más rápido las funciones. Del resto para destacar, la presencia de cinco puertos USB tipo C, pero también cuenta con conectividad inalámbrica.
En cuanto a calidad y materialidad, todo es de gran nivel, pero si nos hubiese gustado que es que incorporase ajuste eléctrico. Hubiésemos cambiado tal vez la calefacción de los asientos por ajuste eléctrico. Ahora, hay momentos en que se agradece el asiento calefaccionado y en este modelo tiene tres niveles, incluso ayudando en días en que el conductor pueda estar algo resentido de la espalda, tal como nos ocurrió en los días de prueba.
Las plazas traseras
Teníamos un poco de temor sobre la comodidad y el espacio para la cabeza, por la caída del techo, pero se soluciona sin problemas y personas altas, de 1,85 m- 1,90 m, no deberían tener problemas.
El túnel de la transmisión sí va a restarle espacio a las piernas a quien vaya en el asiento central, persona que además deberá aguantar un respaldo que no es tan cómodo como los de los costados, que parecen dos butacas.
Lo bueno es que se pensó en estos ocupantes, llevan salidas de aire y dos puertos USB-C, lo que agrademos quienes tenemos hijos, ya que pueden ir cargando sus propios teléfonos.
Lo que comprobamos también con nuestro pequeño, que aún va en silla de retención infantil, es que los anclajes están a la vista y son fáciles de encajar con los ganchos. Eso es algo que sufrimos los padres y que acá está bien resuelto y no se dañan los asientos.
Si necesitamos llevar cosas de mayor longitud, ayuda bastante que los asientos traseros sean 40-20-40. Es ideal cuando personas practican algunos deportes y llevan implementos más largos, como esquíes o tabla de surf, y sólo necesitan bajar la parte central de los asientos traseros.
La resistencia del diésel
Por estos días todo parece estar enfocado a los eléctricos. O híbridos en su defecto. En un lugar escondido, como si fuese un pecado, las motorizaciones diésel fueron relegadas. Pero la verdad es que hay muchos a los que nos encanta el andar que entregan.
En este caso, el GLA es un 220 diésel. Tiene un motor de 2 litros con 190 Hp y 400 Nm. La oferta de petroleros es cada vez menor en el mundo, pero lo cierto es que estos motores , con todos los filtros que tienen, contaminan mucho menos que un diésel de años atrás. Y tampoco está el tema del sonido. Acá no se escucha nada como un diésel.
La ventaja que tienen estos bloques está en el torque (400 Nm vs 270 Nm de las opciones a gasolina). No es ese torque inmediato de los eléctricos, al contrario, es progresivo, constante, te acompaña en el recorrido desde bajas revoluciones y uno va sintiendo que te empuja y que va relajado. Es un manejo súper cómodo y luego además puedes ir viendo un estilo más personal con los modos de manejo, ya que tiene tres opciones.Tres entre comillas, ya que aparte tiene uno llamado Individual y otro Off-Road. Entonces, está el Confort, Eco, Sport, Individual y Off-Road.
Confort es ideal para la ciudad, es más cómodo, mezcla la eficiencia y un andar algo más dinámico. Es el más equilibrado, puesto que el Eco al priorizar el rendimiento lo hace menos reactivo y por el contrario, Sport es más agresivo, pero te olvidas un poco de la eficiencia.
En el modo Eco es cuando más sentimos ese retardo al movernos desde cero, el lag es más notorio y la verdad es que lo cambié bastante rápido, preferí Sport, que tiene un reacción más directa, con un sonido diferente, la dirección es un poco más dura, la suspensión también se ajusta. Es otro feeling (pero también otro consumo) y el look AMG ameritaba sacarle brillo, más aún cuando tiene un despeje del piso de 143 milímetros, 15 milímetros más rebajado que en el resto de la cama, lo que permite un centro de gravedad más bajo y más estabilidad.
Y para quienes se asustan por la tracción 4Matic que tiene este modelo, comentarles que como es un sistema que se ajusta de manera automática, permite ir casi siempre en tracción simple, entonces ahí se ahorra. Eso es bueno. Porque si fuese permanente estaríamos gastando mucho más.
¿Y la caja? Es una 8G-TRONIC, que se acopla bastante bien al motor. Nos gustó la relación que tiene, los pasos de marcha son rápidos y lo mejor es que tenemos levas detrás del volante, lo que nos permite un manejo más propio, especialmente cuando vamos por autopista, que se puede ir jugando un poco más.
La seguridad
Un punto clave en un vehículo es la seguridad. En este caso tenemos nueve airbags, los frontales, laterales delanteros, los window bags en todas las ventanas y el de rodillas. Lo que sí extrañamos algunas asistencias a la conducción. O sea, se pueden agregar, pero como opcionales.
Lo que es bueno de este facelift en este sentido es que tiene un servofreno, una asistencia de frenado que detecta patrones en movimiento, desde coches de niño a bicicletas, peatones, perritos. Se trata de una evolución de un sistema que ya tenía, pero ahora ya reconoce muchos más patrones, lo que incrementa sin duda la seguridad. Pero bueno, este es un SUV de $63.000 dólares y ahí uno piensa que tal vez podría contar con más asistencias de serie.
¿A quién va dirigido?
Pensando ahora en el público, ¿qué grupo objetivo puede querer un Mercedes GLA? Obviamente es un segmento premium, donde pueda competir contra un BMW X1 o X2, Audi Q3, Range Rover Evoque, entre otros.
Respecto del tipo de personas, muchos dirán que es para una familia joven o una pareja joven, quizás con sus mascotas, con sus perrihijos. Pero hoy no se puede generalizar, es un vehículo con buen espacio, muy cómodo en su andar, bien conectado y que en el papel rinde cerca de 18 km/l, aunque nosotros estuvimos más cerca de los 15 km/l.
Con esto creemos que se entiende por qué es un vehículo que goza de gran éxito. Sin duda hay cosas que se pueden mejorar y que esperamos mejoren para algunas actualizaciones futuras, pero es un modelo con el que uno dice “te vas a la segura”. Eso es porque es un producto maduro, con más de 10 años en el mercado y esa experiencia muchas veces inclina la balanza.