Test Peugeot 5008: versatilidad con acento francés

Con motor turbo de 180 hp, caja automática de 8 marchas y un diseño interior que prioriza la experiencia de viaje, el SUV familiar de Peugeot ofrece una propuesta madura, segura y bien resuelta para quienes buscan espacio sin perder estilo.

Hay vehículos que llegan a nuestras manos con cierta carga de expectativas. Por su historia, por lo que representan dentro de una marca o, simplemente, por lo que prometen. El Peugeot 5008 es uno de ellos. Y cuando supimos que estábamos frente a la tercera generación de este SUV familiar de siete plazas, sabíamos que no se trataba solo de una evolución estética.

Lo que Peugeot puso sobre la mesa fue un replanteamiento completo de su concepto, manteniendo su ADN, pero llevándolo a un nuevo nivel de sofisticación, funcionalidad y eficiencia. Y eso es lo que nos propusimos comprobar.

Desde el primer vistazo, el 5008 deja claro que el cambio es radical. El frontal, ahora más vertical y robusto, destaca por una parrilla completamente rediseñada, que incorpora el nuevo emblema de Peugeot y el nombre del modelo inscrito en una franja negra que divide ópticamente las secciones. Las luces diurnas adoptan el lenguaje de diseño actual de Peugeot: tres garras LED bien marcadas que reemplazan el viejo colmillo y aportan una identidad visual potente.

La versión GT que probamos se siente moderna y deportiva, con detalles que marcan diferencias. Llantas de 19 pulgadas, una caída del techo más pronunciada que busca un look más juvenil, y un remate trasero que no cae en el recurso del coupé, sino que opta por una línea más recta, que le permite no sacrificar espacio en las plazas traseras. Atrás, el diseño de luces replica las garras delanteras y se une por una franja horizontal que integra nuevamente el nombre del modelo y la marca. Y un pequeño detalle, casi escondido, que lo cambia todo: la palabra “Hybrid” en el portalón nos recuerda que este SUV apuesta ahora por una motorización microhíbrida.

Eficiencia microhíbrida

Peugeot ha decidido abandonar definitivamente los motores diésel para este modelo, apostando por un tren motriz microhíbrido que combina un motor tricilíndrico de 1.2 litros con una batería de 48V. Es un bloque pequeño, sí, pero conocido en la marca por su eficiencia y buen desempeño urbano. En nuestro caso, y sin buscar la máxima eficiencia, los consumos rondaron los 14 km/l, lejos de los 19 o 20 que promete en condiciones ideales, pero suficientes para dar cuenta de una propuesta más consciente con el medioambiente.

Este sistema permite movernos en modo 100% eléctrico en situaciones puntuales, como al salir desde cero o al estacionar. Se siente ágil en ese tramo inicial, con una suavidad que uno valora sobre todo en un SUV familiar, donde el confort muchas veces está por sobre la potencia pura. Aunque, siendo honestos, tuvimos dudas sobre si este motor podría estar a la altura del tamaño del 5008 (casi 4,8 metros de largo). Pero la sorpresa fue grata: gracias al apoyo eléctrico, las salidas son suaves, y el andar, relajado.

El conjunto entrega 136 caballos de fuerza, suficientes para la ciudad y para un manejo tranquilo en carretera. Es cierto que en algunas recuperaciones o al salir con decisión desde un pare puede sentirse algo lento, sobre todo si el motor térmico aún no ha entrado en acción, pero no creemos que este vehículo haya sido pensado para andar apurado. Lo suyo es la comodidad y la eficiencia, y en eso cumple con creces.

Espacio y funcionalidad

Si hay algo que distingue a un SUV familiar de siete plazas es la capacidad de acomodar pasajeros y equipaje sin sacrificios. Aquí, el Peugeot 5008 da la talla. Con las tres filas desplegadas, el maletero ofrece cerca de 350 litros, lo que alcanza para un par de maletas pequeñas o equipaje de cabina.

Si abatimos la tercera fila, la capacidad sube a 900 litros, y si además plegamos la segunda fila, el espacio supera los 2.200 litros. Esto significa que puedes llevar hasta un colchón inflable y todo lo que necesites para un viaje largo o un fin de semana fuera de la ciudad.

Los asientos de la segunda fila no son individuales, como antes, pero permiten modular cada respaldo y mover la banqueta longitudinalmente unos 15 centímetros para brindar mayor espacio a quienes viajen en la tercera fila, pensada más para niños o personas pequeñas. Además, la segunda fila cuenta con asientos calefaccionados y ventilados, un lujo poco común en este segmento.

Interior: una experiencia digital y de confort sobresaliente

Al abrir la puerta, nos recibe un interior completamente renovado. La pantalla panorámica de 21 pulgadas domina el tablero y combina el cuadro de instrumentos con el sistema multimedia, que puede personalizarse según las preferencias del conductor.

El i-Toggles, accesos directos táctiles programables, facilitan el manejo de funciones como el climatizador, los masajes de los asientos y la navegación. Los asientos delanteros, además de cómodos, ofrecen ajustes lumbares, ventilación, calefacción y masaje con tecnología inspirada en la NASA, que nos sorprendió gratamente tras varias horas al volante.

El espacio entre los asientos delanteros ofrece además una guantera refrigerada, puertos USB adelante y atrás, y detalles prácticos como la clásica perilla para volumen, que en plena era digital se agradece por su simplicidad.

Comportamiento en ruta: confort con personalidad Peugeot

En marcha, el 5008 exhibe la personalidad dinámica que caracteriza a la marca. El chasis bien trabajado y la suspensión equilibrada absorben las irregularidades del camino sin que la tercera fila sufra en exceso. La dirección responde con precisión, y la caja automática de doble embrague de seis velocidades funciona con suavidad, aunque algunos podrían preferir una transmisión de más marchas para mejorar el rendimiento en arrancadas.

El motor microhíbrido, pese a ser un tres cilindros, ofrece una conducción agradable y silenciosa, sobre todo en modo eléctrico. Los tres modos de manejo —Eco, Normal y Sport— permiten adaptar la respuesta del vehículo a las necesidades del momento, destacando el modo Sport por entregar mayor inmediatez y diversión al conducir.

Seguridad: un paquete moderno

En seguridad, el Peugeot 5008 incorpora tecnologías que marcan un salto respecto a generaciones anteriores. Seis airbags, alerta de punto ciego, detector de peatones y ciclistas, control crucero adaptativo y alerta de mantenimiento de carril son parte del equipamiento estándar.

La versión GT agrega una cámara de 360 grados, imprescindible para maniobrar con este tamaño. Estos avances contribuyen a que el modelo obtuviera cuatro estrellas en las pruebas Euro NCAP recientes, un estándar que da confianza al conductor y la familia.

Precios y rivales

El Peugeot 5008 se posiciona en un segmento competitivo, con precios que arrancan en $34.490.000 para la versión Allure, y llegan a $38.190.000 en la versión GT que probamos. Su competencia directa incluye al Nissan X-Trail, Hyundai Santa Fe, Kia Sorento y el Geely Okavango, entre otros.

A diferencia de algunos rivales coreanos, el 5008 apuesta por un diseño más arriesgado y una dotación tecnológica destacada, lo que, sumado a su experiencia de manejo y confort, lo hacen una opción sólida para quienes buscan un SUV familiar con estilo y personalidad propia.

Conclusión

Después de varios días con el nuevo Peugeot 5008, podemos decir que esta tercera generación ha sabido reinventarse. No es un vehículo para quienes busquen potencia extrema o un comportamiento deportivo, pero sí para quienes priorizan un andar cómodo, eficiente y lleno de detalles que mejoran la experiencia diaria.

El diseño fresco y moderno, el interior tecnológico y confortable, la motorización microhíbrida eficiente y el completo paquete de seguridad lo convierten en un rival fuerte dentro de su segmento. El precio es competitivo y está alineado con lo que ofrece, lo que abre la puerta para que más familias lo consideren como opción.

¿Ustedes qué opinan? ¿Creen que el Peugeot 5008 logra un equilibrio entre modernidad, confort y practicidad? Los invitamos a compartir sus impresiones y a seguir acompañándonos en nuevas pruebas y análisis.